Naturaleza y fundamentos de la cultura organizacional

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Naturaleza y fundamentos de la cultura organizacional

CADIE - Consultoría de Negocios
Publicado de Equipo consultor CADIE en Gestión de Capital Humano · 25 Noviembre 2019
En nuestra experiencia como consultores de negocios, sobre todo de pequeñas y medianas empresas hemos tenido la oportunidad de convivir con distintos tipos de directores o administradores de dichas empresas. Cada uno de ellos muestra características, perfiles y patrones de conducta diferentes, sin embargo, las funciones desempañadas dentro de sus organizaciones, pese a la diversidad del giro de las compañías, no es muy distinta.
 
Es destacable el hecho de que si bien todo el personal que integra una empresa contribuye de forma importante a conformar el ambiente organizacional que prevalece en la misma, los Directores Generales de y en algunos casos los gerentes de nivel medio, son quienes crean aún sin proponérselo explícitamente, sino a través de su actuar día a día y mediante la transmisión oral de sus creencias, los valores personales, estilos de liderazgo y actitudes empresariales que son transmitidas e “impregnadas” hacia todos los niveles que integran la compañía. Es decir, tienen una fuerte influencia en la conducta de la gente a quienes dirigen.
 
Así pues, de la forma en que cada dirigente percibe y analiza el futuro de la organización y la influencia del entorno, es la forma en que casi la totalidad de la empresa lo analiza y sobre todo, va creando su filosofía empresarial y moldeando su cultura organizacional en torno de los valores que el jefe en función de líder va “imponiendo”.
 
Pese a que un alto porcentaje de éstas empresas cliente con las que hemos trabajado son manejadas y dirigidas por personas que no tienen una instrucción profesional llamémosla ad-hoc, definitivamente y quizá como efecto de la inercia propia de su forma de trabajar van creando una filosofía y forma de hacer las cosas las más de las veces no escrita, con la que van permeando los valores y la cultura organizacional hacia todos y cada uno de los miembros que la integran.
 
Este hecho hace evidente, cuando menos de forma implícita, que gran parte de la responsabilidad del medio ambiente que priva en una organización y el modo en que se perciba el futuro del negocio, que si bien por ser meramente intuitiva y empírica y en estricto sentido no podría considerarse como prospectiva, recae en el Director General (gran parte de las veces el propietario de la empresa) y en la de los gerentes de primera línea o nivel medio (según sea el caso).
 
De este modo, y a través de lo observado en la convivencia con los directivos de muchas pymes que hemos asesorado, podemos concluir que mucho depende del estilo de dirección y los valores personales que posea el propio directivo para que se conforme la cultura organizacional, y que pese a que, con el esfuerzo y dedicación constantes con los que han construido sus empresas y las han llevado hasta el lugar que ocupa cada una de ellas, es de fundamental importancia que su preocupación por hacer prospectiva sea uno de los aspectos en que se debe trabajar más a fondo, en lugar de seguir creyendo que por ser empresas pequeñas deben capotear el temporal de acuerdo a como este se presente y en el más afortunado de los casos predecirlo más como un arte adivinatorio, que a través de un enfoque más científico y por ende con mucha mayor certidumbre de ocurrencia como es el hacerlo mediante la prospectiva empresarial.


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